COMO SALIR DE LA CRISIS

En las ediciones de EL FORO METROPOLITANO DE VIGO correspondientes a meses anteriores, hemos recordado que ya en años anteriores (desde 2004) pronosticábamos que la llamada “globalización de la economía mundial” era una forma enmascarada del neocapitalismo. Así como de las consecuencias que produciría la "explosión" de la burbuja urbanística (comprobar en las hemerotecas).

Los acontecimientos se adelantaron a la previsión de sus efectos, que considerábamos más lentos y de desenlace más tardío.

También en ediciones de meses y años anteriores, hemos puesto de relieve lo que había de resolverse con respecto a la crisis real – superproducción de bienes con respecto a una demanda en contracción – y lo que es “crisis ficticia”, referida esta última al incremento injustificado del precio de bienes de consumo y servicios de primera necesidad, así como la lucha encarnizada de los grupos empresariales más fuertes contra los empresarios más débiles del mismo ramo, lo que produce la falta de poder adquisitivo de los potenciales consumidores y el motivo de desaparición de las medianas y pequeñas empresas de todo signo frente a los gigantes de las multinacionales como detonante de la desertización industrial y el incremento del gasto público, señalando que sus aceleradores se encontraban en las importaciones masivas de productos elaborados en países ajenos a la CE y en la innecesaria inmigración, fuera esta permitida o clandestina.

Igualmente, a través de distintos medios (televisión, radio y prensa) hemos dejado razonado que el elevado precio de las viviendas, locales y solares no obedecía al acaparamiento de constructores y promotores, sino a la corrupción de la Administración, cuyo punto de partida está en el propio texto de las leyes del suelo y que se evidencia en la demora tortuosa de la aprobación de planes generales y el placaje o traba en la gestión urbanística, lo que dio lugar a una consentida y compartida practica del cohecho, algunos descubiertos y otros aún silenciados.

Los iluminados economistas de las grandes entidades financieras e industriales, de dentro y fuera de nuestras fronteras, fueron los artífices de las OPAS, del negocio hipotecario cotizable en bolsa y de la privatización de las empresas y servicios públicos, siendo los representantes de los partidos políticos de todo signo en los órganos decisorios de gobierno sus colaboradores más fieles y sumisos, sirviendo los estamentos y entidades de menor rango de coreógrafos de este aquelarre económico.

El derroche del dinero público en proyectos suntuosos, en publicidad, en el incremento de una burocracia improductiva a la que se incorporan sagas familiares y clientes políticos de los que se amamantan en las nutridas ubres de instituciones y entidades inútiles de reciente creación supera los niveles del escándalo y abre las puertas de lo punible, sin que los Fiscales anticorrupción y la policía judicial se hayan preocupado de lo que resulta evidente, salvo algunos aislados casos de menor monta que más de una vez se transforman en el sacrificio de chivos expiatorios.


Hemos denunciado hasta la saciedad que las grandes crisis (reales y ficticias) favorecen a los más poderosos y perjudican gravemente a los más débiles, produciéndose un corrimiento de los recursos económicos y de mercados pertenecientes a los últimos hacia los primeros, motivo por el cual las naciones con mayores recursos económicos que hayan desarrollado tecnologías puntas y las entidades financieras y complejos industriales pertenecientes a las mismas son los primeros interesados en que la crisis sea más profunda, con el fin de expandirse al final de la crisis sobre el mercando que han tenido que abandonar, por impotencia o insolvencia, los más débiles, sin silenciar que esta expansión pueda realizarse de forma pacifica (desmantelamiento del tejido industrial y financiero de las naciones más débiles) o de forma violenta (embargos o guerras).

Las consecuencias del Tratado de Libre Comercio y la llamada Globalización de la Economía Mundial han producido heridas superficiales en los países más industrializados promotores de la misma, arañazos en otras potencias y lesiones profundas en los países menos desarrollados, entre los que se encuentra España. Pero ha de convenirse que tanto EEUU, Alemania, Francia e Inglaterra, son naciones con una estructura política y económica muy estable y fuerte, con autosuficiencia alimentaría y sin grandes preocupaciones climáticas en sus respectivos espacios, y que el proyecto de Obama de fortalecer o reequilibrar su sistema financiero e industrial es una medida proteccionista que va a desplazar la concurrencia de otros productos procedentes de países extranjeros en su mercando nacional, lo cuál choca con la política norteamericana de libre mercado y globalización de la economía mundial, por lo que la colaboración que brinda a la CE, especialmente en la aviónica, la informática y otras tecnologías, entre ellas la espacial y la de defensa, ha de verse también, aunque sin rechazarla de plano, como una formula para adquirir en Europa una cuota de mercado que el actual y frenar la evolución propia en los países integrantes de la CE en la investigación y desarrollo de las tecnologías de futuro, que son las que aportan mayor valor añadido; es decir, mantener el mismo estatus pero con otros modos, sin dejar al margen que los países que amenacen con la violencia o que sigan potenciando el terrorismo del fundamento religioso, principalmente en el espacio con recursos energéticos (Irán, Afganistán) serán combatidos bélicamente, siendo Israel el brazo ejecutor en el caso de Irán, con lo cuál, de suceder, la industria armamentista norteamericana alcanzaría un buen ejercicio económico a costa de Israel, recuperándose éste con los productos energéticos de Irán, cumplimentada esta gran operación económica, en todo caso, con la reconstrucción de Irak y la dotación de su nuevo ejercito (buques, aviones, carros de combate y armamento ligero) a realizar por las empresas e instituciones americanas con cargo al petróleo de Irak, a lo que ha de añadirse que la comercialización de los productos alimentarios básicos (cereales, carnes y fruta) a escala mundial descansa en las manos de siete grandes empresas norteamericanas y tres europeas, de cuyo abastecimiento y precios dependemos, salvo que adoptemos fórmulas para contrarrestar su oligopolio, por lo que no debe distraernos la crisis que pueda experimentar EEUU, Inglaterra o Alemania, que la superaran en breve plazo y con importantes beneficios, en base a que el poder genera poder y el dinero llama al dinero, y preocuparnos más por mejorar nuestra propia economía y el poder adquisitivo de los españoles, con plena garantía de una asistencia social permanente, sin olvidar plantear en el Parlamento Europeo las medidas que convienen a la generalidad de los países miembros, siendo presumible que se adhieran al mismo no solo naciones como Irlanda, Protugal, Italia, Grecia y otros países recientemente incorporados, sino también Francia, Bélgica, Holanda e incluso Inglaterra, dadas las últimas reacciones de sus poblaciones respectivas y en razón a que el incremento del poder adquisitivo de los 650 millones de habitantes de los países de la CE y “asociados” constituyen la plataforma en la que ha de sostenerse el sistema productivo, la investigación, el sistema defensivo y el Estado del Bienestar de la CE, sin perder la iniciativa de que Rusia pueda ser también miembro de la misma, lo cuál resultaría muy conveniente para ambas partes.

En lo que respecta a España, no ha de esperarse que las grandes entidades financieras, siguiendo las pautas anteriormente indicadas vayan a facilitar créditos a pequeñas y medianas empresas, ni siquiera a mantener sus líneas de descuento autorizadas, debido a que sus fondos, como es lógico, se van a canalizar a favor de las empresas propias o participadas por esos bancos, especialmente las del sector energético, la telecomunicación y las de ciertos servicios públicos privatizados, a cuyo logro contribuyeron tanto los gobiernos del PP (prorroga ilegal del plazo de concesión de autopistas, venta a Estados Unidos de Industria Santa Bárbara, marginación de nuestras eficientes unidades ferroviarias, entreguismo a las empresas hidroeléctricas de los demás recursos energéticos renovables y la cancelación de la cogeneración como ahorro energético previsto en la legislación de 1994), ni tampoco los gobiernos del PSOE (desmantelamiento del servicio de correos a favor de las mensajerías privadas, privatización de gran parte de los servicios públicos, transigencia en los abusos cometidos en el sector primario, especialmente en la agricultura y la ganadería, privatización de Iberia, propuesta de privatización de RENFE y de los aeropuertos españoles, autorización de venta de factorías Ebro a kuwauto, desafortunada política en enseñanza media y superior, falta de una programación con objetivos en la investigación científica con dotación económica suficiente, falta de un control eficiente sobre las Cajas de Ahorro en apoyo al desarrollo regional, deficiente firmeza y motivación en el sistema carcelario y permisibilidad de una inmigración no conveniente en proporciones preocupantes, etc,) sin que ninguno de los partidos mayoritarios se haya propuesto plantear la inconveniencia de las OPAS, ni tampoco el deterioro que supone, a nivel humano y económico, el despido libre, los bajos salarios y el empleo a tiempo parcial, sino, por el contrario fomentaron estas situaciones, incluso en los servicios de la Sanidad Pública, lo que supuso la emigración de muchos profesionales válidos a otros países, con perdida de la inversión realizada en su formación.

Tampoco se pueden librar de esta responsabilidad los partidos nacionalistas, que solo provocan tensión y gasto con su pretensión de separatismo y exclusión del idioma español en los ámbitos en los que están implantados, con la consiguiente insolidaridad de las regiones y un trato discriminado de las tributaciones fiscales a favor de sus gobiernos.

A estas alturas de la crisis, no deja de sorprender que el Premio Nobel de Economía nos aconseje que para salir de la crisis hay que trabajar más con salarios reducidos, lo cuál supondría incrementar los stocks de la superproducción y acelerar la quiebra de las empresas, por falta de poder adquisitivo de sus propios trabajadores, siendo oída también la voz de algunos profesores de economía que abogan por el mercado libre como fórmula de reequilibrio a largo plazo y a otros economistas que se inclinan por la autarquía nacional, llegando, incluso, algunos a proponer salirnos de la CE y de la esfera del euro, volviendo a la sacrosanta peseta, sin que tampoco resulte admisible la propuesta de Izquierda Unida que proclama el agotamiento del sistema económico y propone una economía planificada, suponemos que a imagen de Cuba o de nacionalizaciones a la brava como Venezuela o Argentina, ya que Rusia antes, y ahora China, se inclinan por la empresa de gestión privada aunque su capital sea público, con independencia de las dosis de corrupción que acompañaron, generalmente a estos cambios bruscos, léase el desmantelamiento de las empresas de la Unión Soviética y su entrega en almoneda a los propios miembros del Gobierno Soviético, especialmente a los pertenecientes al KGB que se hicieron súper millonarios a costa del esfuerzo del pueblo ruso, resultando todo ello absurdo, en base a que el incremento de la producción sin poder adquisitivo de los ciudadanos supone el crack inmediato de las empresas, ni tampoco soluciona la crisis el desandar el camino de integración en la CE, mediante el cierre de fronteras y la implantación de la autarquía, sin que tampoco el sistema comunista sea un referente de esperanza ni los nacionalismos el mejor camino para la solidaridad, el desarrollo científico y el esfuerzo común, sino todo lo contrario.

Para remontar o, al menos, soslayar la crisis que se avecina, se propone que adopten, con urgencia, las siguientes medidas:

1.- Blindaje arancelario de las fronteras de la CE, contigentando los productos a importar, salvo los de tecnologías especiales que sean necesarios, gravando los contigentados competitivos en el grado necesario que impida el desequilibrio de los producidos en la CE y siempre que la importaciones autorizadas compensen las exportaciones que efectúen los respectivos países miembros, lo cuál supondría un incremento del consumo interno y una reactivación de los sectores productivos.


2.- Repatriación de los extranjeros que no dispongan de un puesto de trabajo en el sector productivo con contrato de duración mínima de 4 años en empresas de acreditada solvencia económica, con lo cuál se reduciría la delincuencia y se aligeraría la carga de contraprestaciones sociales en más de un 10% a corto y medio plazo, reflejada en más de 5.000.000 de residentes dedicados a la vida parasitaria, al fraude permanente y al crimen.

3.- Préstamo a las Cajas de Ahorro y bancos, al 2% de interés anual a 15 años, siempre que propongan líneas de descuento a pequeñas, medias y grandes empresas que hayan presentado balances positivos en los 3 últimos años, a un interés máximo del 5%, rechazándose por parte del Estado la adquisición de sus activos, especialmente los denominados contaminados y los de alto riesgo.

4.- Prohibición de los intereses usurarios aplicados a la morosidad en la regularización de los saldos en cuenta, fijándolos en el interés máximo legal, más dos puntos.

5.- Prórroga del plazo de las hipotecas concedidas para adquisición de vivienda, hasta un máximo de 40 años, a interés máximo del 4%, con el fin de reducir la cuota de amortización e incrementar el poder adquisitivo de los salarios medios y bajos.

6.- Incremento en tres puntos del impuesto de sociedades a las empresas de capital riesgo, compañías de seguros y entidades crediticias y financieras privadas.

7.- Agilizar la venta de viviendas hipotecas vacantes mediante contratos de alquiler con acceso a la propiedad, por edificios completos, con rentas comprendidas entre 300 y 500€/mes, con deducción integra de su computo en el precio de la vivienda, con el fin de recuperar la inversión realizada e impedir el desplome de los precios, mediante conciertos entre las entidades crediticias hipotecantes y las asociaciones de promotores y constructores, evitando de ese modo el deterioro o desmantelamiento de las construcciones ejecutadas y la quiebra de las empresas indicadas.


8.- Reducir el impuesto especial sobre combustibles, aplicando el 10% a los gasóleos destinados a las unidades que realicen actividades agrícolas, pesqueras, industriales o de transporte.

9.- Estructurar el Ministerio de Asuntos Exteriores como plataforma de apoyo a las iniciativas empresariales españolas en el extranjero, formalizando acuerdo bilaterales, comerciales con terceros países, especialmente en los sectores de obras públicas, desarrollo industrial y pesca, en lugar de acoger presos de cárceles conflictivas como Guantánamo, en base a que EEUU es muy libre de repatriarlos a su país de origen o alojarlos en los centros penitenciarios de su territorio.

10.- Cancelar todos los proyectos de obras y servicios suntuosos, superfluos o no reproductivos, destinando la inversión pública a la canalización separativa y total depuración de las aguas fecales, neutralización y recuperación de los líquidos residuales industriales, aprovechamiento energético de los residuos sólidos urbanos, mejora y ampliación de la Red Pública Ferroviaria, recuperación de los cascos históricos y construcción de viviendas de promoción pública, con el fin de dar trabajo y poder adquisitivo a los obreros de la construcción en paro, y, a la vez, dar cumplimiento al mandato constitucional respecto al derecho del ciudadano a disponer de una vivienda digna, mediante el alquiler con acceso a la propiedad, a largo plazo con cuotas de 150 a 200€/mes, erradicando de ese modo el chabolismo y el hacinamiento en infraviviendas, en pro de la salud pública y la distensión social.

11.- Potenciar el embalsamiento de las aguas fluviales, regulando las grandes avenidas, con las adecuadas escalas de peces, manteniendo los cauces y caudales habituales en el nivel medio, con supresión de la minicentrales en los afluentes de los ríos, garantizando de ese modo el abastecimiento a poblaciones, el regadío y un mayor aprovechamiento hidroeléctrico.

12.- Crear la Empresa Pública de la Energía, a la que se incorporará la Red Eléctrica Nacional y las explotaciones energéticas (hidrocentrales, parques eólicos y fotovoltaicos) una vez superado el período de 90 años desde su autorización, reutilizando los excedentes nocturnos de la energía eólica en el reembalse del agua turbinada (pantano bajo).

13.- Restaurar la normativa de 1994 respecto al ahorro energético y la cogeneración, sin discriminaciones, con el fin de abaratar costos de producción con menor consumo de combustible, disminuir la contaminación atmosférica y garantizar el suministro regular a la Red eléctrica, sin exclusión del fuel-oil como combustible.

14.- Potenciar la ganadería extensiva, la agricultura ecológica y el cooperativismo en la producción, envasado, conservación y comercialización directa de los productos alimentarios, con el fin de abaratar el consumo de los mismos e incrementar las economías de los pequeños y medianos productores, siempre bajo un riguroso control sanitario.

15.- Primar la retirada de la circulación en el ámbito del territorio comunitario de vehículos que superen los 200.000km, con financiación a largo plazo de los reemplazados por los mismos, hasta un 30% del valor de estos, exportando los excedentes a países en desarrollo a precio de coste, tanto nuevos como usados debidamente revisados.

16.- Reformar el sistema de enseñanza con supresión de asignaturas innecesarias, la actualización del nivel de conocimiento del profesorado y una fuerte inversión en la investigación por objetivos, principalmente en los campos de la medicina, la biología, la química y la ingeniería sectorial de alta especialización.

17.- Permitir el libre aprovechamiento del agua del mar para instalaciones de acuicultura en tierra con la conveniente depuración de las aguas utilizadas, sin reducir las mismas a polígonos determinados previamente, generalmente de propiedad de determinadas empresas interesadas, con el fin de reducir el esfuerzo pesquero y facilitar a los colectivos de mariscadores y empresarios que se inclinen por esta actividad, unas explotaciones equilibradas y rentables.

18.- Reducción del importe de las tarifas por consumo de agua y depuración, energía eléctrica y transporte ferroviario, impidiendo la privatización de aeropuertos y la transferencia o privatización de los puertos de interés general.

19.- Reducción del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), con exención hasta un valor catastral de 180.000€, y supresión de los impuestos de patrimonio, sucesiones, transmisiones y actos jurídicos documentados, con el fin de estimular el ahorro y la inversión, así como el incremento del poder adquisitivo de la familias afectadas.

20.- Investigación y desarrollo del aprovechamiento energético de la fusión nuclear y del hidrogeno, con el in de reducir la dependencia de los productos petrolíferos y combustibles gaseosos, lo que supondría una importante reducción de la contaminación atmosférica, con la consiguiente mejora de la economía y de la calidad medioambiental.

Con estas 20 medidas, la persecución de la corrupción de forma implacable, una campaña en los medios de comunicación para reactivar el entusiasmo y el tesón que impida que la población se sumerja en la psicosis de la derrota y la desesperación, España, junto con los demás países miembros de la CE remontará la crisis y hará extensiva esta recuperación a los países emergentes que deseen caminar por las sendas de la paz, la democracia y el Estado de Derecho, a los que habrá de apoyar, de forma decidida y directa, en su desarrollo cultural, técnico y económico.