El Puerto, locomotora del crecimiento sostenido del Área Metropolitana de Vigo

Es evidente que la razón de ser de muchísimas ciudades en el mundo ha sido el Puerto y este es el caso de Vigo.

Breogán Gómez Giráldez Pérez

Si hablamos de los sectores económicos más productivos, no debemos olvidar que Vigo es el mayor puerto de Europa en pesca fresca y uno de los mayores del mundo en pesca congelada. Su acuicultura marca pautas de desarrollo a nivel mundial. Junto con la automoción y sus industrias auxiliares y el sector del granito, este conjunto de actividades constituye el grueso de las exportaciones de la provincia. Gracias al Puerto las empresas han dado un salto cualitativo y cuantitativo en sus procesos de internacionalización.

Pero lógicamente quedan problemas que son necesario solventar para facilitar un mayor desarrollo económico y uno de ellos es la consecución de espacio donde depositar las mercancías del tráfico portuario. De idéntica forma que las plataformas logísticas de otros puntos de España, como la de León, que sirve a Gijón, o la de Tordesillas a Bilbao, la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves (PLISAN) deberá ser el apoyo del puerto de Vigo, con las conexiones e infraestructuras necesarias para que resulte plenamente operativo.

De cara al futuro inmediato debe haber una planificación a nivel comercial administrativo y estructural para que el Puerto tire de la economía local de forma continua, regular y sostenida para alcanzar un crecimiento armónico.

Para Vigo es esencial desarrollar un modelo portuario, y me consta que se están realizando esfuerzos en ese sentido, que desde el respeto medioambiental a la Ría, una de nuestras principales fuentes de riqueza además de pulmón y seña ancestral de identidad, permita un crecimiento necesario para garantizar el desarrollo social y económico de la ciudad.

Algo importante son las relaciones entre Europa y América Latina que responden a una lógica determinada por siglos de historia. Quien se constituya en puerta de enlace con MERCOSUR experimentará un desarrollo impresionante. Captará nuevas infraestructuras que permitan el acceso de las mercancías desde todos los puntos de Europa. Generará polígonos logísticos, actividad financiera y comercial, y por tanto, riqueza y puestos de trabajo.

Tres recomendaciones por si tienen a bien ser tomadas en consideración, si aspiramos a traducir en recursos nuestras potencialidades históricas: Desarrollo de las infraestructuras de comunicación, formación e innovación tecnológica, y protección del medio ambiente.

Desde el sector comercial, hay que atraer la implantación de empresas dedicadas a la elaboración de materias primas y a la distribución de productos importados para que se establezcan en su área, aprovechando los servicios del Puerto de Vigo. Deben atraerse empresas del sector la distribución y comercialización.

Administrativamente, debe haber una coordinación de todas las administraciones involucradas en el Puerto para alcanzar un servicio de calidad, a los mínimos costos posibles, evitando demoras y congestiones. En este sentido se está trabajando.

Estableciendo una marca de calidad y eficiencia que sólo se gana con los años de buen servicio. Esto lo deben tener claro nuestros políticos y dejarse de “filosofar”. No nos podemos olvidarnos que Vigo en estos momentos está pasando graves problemas en todos los sectores. Sin embargo nos queda la locomotora económica que representa el Puerto de Vigo: será cabecera de la Autopista del Mar, y contará con el Puerto Seco de Salvaterra. Además, la fábrica de PSA Peugeot-Citroen es una fábrica de referencia a nivel mundial, que aunque está pasando apuros fue ayudada por el Puerto, en cuanto a los Silos, y está pujando con fuerza por conseguir nuevos modelos. También está pendiente una conexión ferroviaria entre el puerto y la Plisan… con ello el Puerto puede seguir siendo el motor económico de Vigo y su zona de influencia.

Respecto a las estructuras está clara la necesidad de calados y superficie.
Es evidente y notorio el crecimiento del tamaño de todo tipo de buques. Hay que disponer de muelles suficientes de 14 - 15 m de calado. Asimismo, se necesitan espacios suficientes para clasificar, almacenar y distribuir las mercancías. Ésta superficie es necesaria dentro del recinto portuario y fuera del mismo pero muy cerca, permitiendo la carga o descarga directa a buque desde estos centros logísticos.

Con estos tres principios se conseguirán nuevos tráficos marítimos, se asentarán las líneas existentes y se establecerán en el área metropolitana de Vigo nuevas empresas que generarán puestos de trabajo y riqueza. Para ello, debe haber siempre suficiente oferta de suelo industrial, a precio competitivo y dotado de buenas comunicaciones con las áreas portuarias.

Nuestra situación geográfica cercana a las rutas marítimas de las líneas con Sudamérica, como he comentado antes, y África puede convertirnos en puerta de entrada de tráficos y mercancías con destino a países de centroeuropa, contrarrestando nuestra posición periférica continental.

Es el momento para que todas las empresas públicas y privadas, entidades y organismos se unan para luchar por un crecimiento sostenido y armónico del Puerto, pues en caso contrario todos seremos responsables de un estancamiento económico irreversible, que sólo favorecerá a otros Puertos con similar situación geográfica.

Para finalizar quiero hacer referencia a la buena gestión que se viene haciendo últimamente. No hace mucho tiempo decía Lalo Vázquez Gil, cronista de ciudad, que desde “el año 1880, año en el que se concedió a Vigo el estatus de puerto de primera categoría e interés especial, el puerto fue mejorando, los proyectos del futuro son esperanzadores y ya recibimos los grandes trasatlánticos”. No ha querido dejar, en las glosas, y entre otras muchas cosas, una distinción especial al Puerto de Vigo, por su buen hacer en este último año 2010, ya que son muchos los turistas que han visitado la provincia a través de cruceros. Turismo que, gracias al Puerto y al Año Santo, ha ayudado a un sector que genera hoy, en la provincia, el 12% del empleo y aporta el 11% de nuestro Producto Interior Bruto. Cifras, que sólo hablando de esto, sin duda, hablan por sí solas.