Desde muy pequeña siempre tuve la ilusión de dirigir mi vida a la salud y demás temas animales y ganaderos. Aunque mi gran cariño se lo llevan los perros.
Adelaida Gómez Díaz
Desde muy pequeña he podido tener el maravilloso regalo de ver como los animales nos cuidan y protegen dándonos todo su amor y cariño a pesar de que muchos de sus dueños se lo pagan mal. Muchas veces con el maltrato, el abandono y tantas otras penurias que padecen con su total inocencia. De ello tenemos múltiples ejemplos que quizás nos parecen lejanos; pero no lo son. ¿Cuántas veces paseamos por nuestra ciudad o nuestro pueblo y vemos perros abandonados? entonces se nos despierta un sentimiento de compasión pero rápidamente nos inunda otro de impotencia e inutilidad que nos lleva a pensar que no podemos hacer nada…pero eso no es así. Si todos nos concienciamos podremos conseguir ayudarles al menos en una pequeña parte. Ayudarles a tener una nueva oportunidad y una nueva vida como se merecen.
Su cara de indefensos y la ternura que despiertan todos los perros que yo veo a diario por la zona de A Cañiza me ha llevado a intentar montar una perrera. Me consta que hay muchas personas preocupadas e interesadas en el tema, entre ellos diversos políticos. Sé que las cosas no se pueden solucionar en un día pero me gustaría que este tema no quedara en el olvido y se pueda solucionar con la mayor brevedad posible para intentar eliminar cuanto antes su sufrimiento.
En la Comarca del Paradanta existe el problema y procuramos la solución
El crecimiento de la Comarca del Paradanta y la existencia de importantes cotos de caza crean la necesidad de construir dicha perrera o albergue comarcal, que de servicio a los municipios que la conforman. Creo que en este sentido hay suficiente sensibilidad en las autoridades para poder poner en marcha esta iniciativa, para en breve tiempo ver cómo sus instalaciones comienzan a funcionar dado el alto número de animales que se ven abandonados tanto por los propietarios como los que involuntariamente se pierden durante las jornadas de caza y recorren las parroquias de un lado para otro, cuando sería necesario recogerlos a diario. Sólo el año pasado fueron 6 los que “adopte”, tengo en estos momentos 12 perros y varios gatos.
Es por ellos que encabezo un grupo de amigos de los animales que estamos por la labor de crear, con el visto bueno del concello, una perrera comarcal. Desde este momento solicito la implicación de las administraciones públicas, me consta que hay sensibilidad, para dar cumplimiento, entre otras cosas a la Ley de Protección de Animales, dando garantías de que el animal esté correspondientemente identificado, lo que facilitará que posteriormente no se produzca el abandono y en último caso que tenga un hogar municipal, como puede ser el mencionado albergue comarcal.
Además, desde el albergue comarcal, las administraciones públicas pueden realizar campañas de concienciación entre la ciudadanía para que adquieran los animales mediante el sistema de adopción con lo que se garantiza la identificación de la mascota mediante microchip, así como su vacunación, desparasitación y esterilización
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