Vigo tiene dos caras

La gente de Vigo es acogedora con todas las personas que visitan la ciudad, por lo menos con nosotros, creando una atmósfera que nos permitió formar parte de su cultura, gastronomía y paisaje, en el que se encuentran innumerables playas y bellos espacios de todos los tonos verdes posibles, y parques tales como el Parque de la Finca de la Marquesa en Castrelos donde nuestro niños disfrutaron, en fin Vigo ofrece a los niños algo más que playa y compras. Si tus hijos buscan actividad, la encontraran fácilmente en infinidad de actividades sobre todo las relacionadas con al mar.

Hay cosas que te “espantan”.

Pero Vigo, a parte de todo lo bueno, también tiene algunas cosas que hacen que sea aconsejable no volver a visitar la ciudad, por ejemplo no hay aparcamiento de superficie y además la policía está a la caza del conductor. Nos hemos fijado en muchos sasos, pero vamos a poner uno: Uno de los días que llovía copiosamente, un joven PARÓ delante de una pizzería, se bajó con paraguas y después de abrirle la puerta a una señora la tapó, para cruzar la acera, hasta la puerta del establecimiento situado precisamnete al cruzar simplemente la acera, total 30 o 40 segundos como máximo, en ese tiempo se acercan los policías locales y le requieren para multarle, le explican que sólo paró para tapar a la señora, incluso el encargado o dueño del establecimiento lo atestigua, pero los policías impasibles le multan.